No estamos solos cuando hablamos de la situación económica de nuestras empresas. En todos los países, sin importar el tamaño de la empresa, observamos cada día la fuerte competencia del mercado y el impacto de la recesión económica mundial.
Nos preguntamos si debemos continuar con el negocio… o desistir, pues entendemos que ya hemos hecho “todo lo que está a nuestro alcance”. Además, no tenemos dinero para “gastar”, sino todo lo contrario (tenemos que ahorrar). Antes de tomar una decisión final veamos algunos puntos de vista diferentes, con relación a nuestro análisis usual de la situación.
¿Qué significa “Todo lo que está a nuestro alcance”?
Significa que hicimos… TODO lo que siempre hacemos. ¿Llamamos a las mismas personas para consultarlas, contactamos los mismos prospectos, ofrecemos el mismo servicio-producto?
¿Consideramos el mejorar nuestra empresa como “un gasto”?
Mantener nuestra empresa al día y actualizada NO PUEDE ser considerado un gasto. Hay una gran diferencia entre inversión y gasto. Si no invertimos no obtendremos ganancias.
Hoy día tenemos que mantenernos a la vanguardia con las nuevas tendencias de negocio. El cliente NO ESPERA por la empresa, pues tiene alternativas para elegir. Cada día TENEMOS que ofrecer algo nuevo, diferente e innovador.
La rapidez en el servicio y la FLEXIBILIDAD para responder al cliente, no solo en cuanto a producto, pero incluso con alternativas y opciones que le faciliten a este la adquisición del bien o servicio.
La ALIANZAS estratégicas permiten también una mayor presencia, abaratar costos y ser más efectivos. Todo esto unido a una dinámica de RESTRUCTURACIÓN de procesos, estructura y recursos puede hacer que tu empresa de un giro favorable hacia el crecimiento.
Maximizar tu empresa para DESARROLLARLA no significa incurrir en grandes inversiones. Puedes lograrlo de forma sistemática, por etapas y consistentemente.
COMPETIR hoy día es aparte del negocio.
¡Se juega para competir… pero se compite PARA GANAR!